COLGANTE NAVIDEÑO NORDICO (PASTA DE SAL)

COLGANTE NAVIDEÑO NORDICO (PASTA DE SAL)

• 12.12.2013

Desde que llegó Ikea a nuestras vidas el estilo nórdico nos ha conquistado. Yo creo que ese gusto por la madera, por los colores neutros, por los toques rústicos, los renos, nos trasladan a un invierno como Dios manda,  en una cabaña en medio de un bosque nevado con mantita, chimenea,  vino especiado y buena compañía… Eso sin olvidar las galletas de jengibre.

Inspirándome en estos elementos he hecho este adorno navideño y esta corona de ramas, adornadas con galletas de pasta de sal. El año pasado descubrí  esta  pasta y es lo más de lo más: barata, ecológica, no tóxica, no se estropea y fácil de manejar;  ideal para utilizar con niños y siempre a punto en cualquier momento. Una vez seca, esta pasta puede pintarse con pinturas acrílicas y dura muchísimo (no se exactamente cuanto, pero lo que hice el año pasado está igual).

Hice algunos adornos con pasta de sal y luego una guirnalda nórdica, que quedó preciosa, y que he vuelto a utilizar este año.

PASTA DE SAL "GALLETAS DE JENGIBRE"

INGREDIENTES

2 tazas de harina 

1 taza de sal 

1/2 taza de agua 

Una cucharada margarina

Una cucharada sopera de cacao en polvo (para darles color tostadito) o colorantes alimentarios si queremos otros colores.

PREPARACIÓN

(Tutorial con fotos aquí)

Mezclar todos los ingredientes de en un bol y amasar hasta conseguir una masa homogenea.

Envolver en plástico y dejar reposar una hora.

Encender el horno a 100- 110º.

Estirar con el rodillo y cortar con el cortapastas las fornas que queramos.

Yo las he decorado con cortadores pequeños, para no tener que pintarlas.

Hornear  de hora y media a 2 horas, según el grosor; tienen que secarse, pero no tostarse.

Apagar el horno y dejar enfriar dentro. Tienen que estar bien secas para que duren.

Ahora ya se pueden utilizar o pintar con pinturas acrílicas.

COLGANTE Y CORONA NÓRDICA

MATERIALES
Ramas secas
Cuerda fina
Lazos

REALIZACIÓN
Atar las ramas para darles la forma deseada y colgar las galletas como más nos guste.

Lo mejor de todo es que tienen una pinta buenísima: en mi casa cada vez que alguien pasaba por delante del plato donde las tenía, me preguntaba si se podía comer una.... pues no, demasiado saladas.

Besitos